lunes, noviembre 21, 2011

Elecciones generales 20N

Hoy mientras estoy viendo al nuevo presidente, a su futuro equipo de gobierno, y a los simpatizantes del PP que vitorean y mueven sus banderas me vienen distintas reflexiones a la mente. Vaya por delante que no simpatizo con los componentes del gobierno del PP, no tanto por sus ideas, con las que en algunas puedo coincidir, sino por qué no me dan la imagen de personas competentes que sabrán unir a un país en recesión económica para salir adelante. Siga por delante que tampoco los socialistas han sabido hacerlo. La caída del PSOE a mi opinión se debe a un error grave que sucedió hace ya unos años: No reconocer que España estaba en crísis, y necesitaba arremangarse las mangas y comenzar a trabajar para salir de la crísis.

A mi forma entender, la salida de la crisis pasará por una receta similar tanto si gobierna uno como otro, y la dificultad será saber transmitir a los ciudadanos tranquilidad, optimismo y conciliación. El partido popular por su forma de expresarse no suele hacerlo sin conseguir herir sensibilidades, y las decisiones que ha tomado en el pasado no fueron acertadas para crear un país economicamente estructurado en la innovación y en la concialiación de los pueblos que conforman está nación.



España tiene, a mi entender, dos problemas fundamentales para tirar adelante, por un lado, la evidente crísis económica y por otro, la falta de entendimiento entre los pueblos que reclaman su identidad como clave para juntarse a la hora de trabajar unidos. Espero equivocarme cuando digo que el nuevo gobierno no sabrá lidiar con esta necesidad de concialiación pues entienden que primero pasa por identificarse como español y después con colaborar unidos. Pero el director de ABC y de El Mundo han confirmado mis sospechas cuando han expresado su preocupación por qué CiU tenga 16 escaños con menos votos que por ejemplo con UPyD y que Amaiur entre en el congreso con 6 diputados. Los cánticos en Génova también han confirmado mis sospechas con ese aire españolista, yo soy español, español y un targiversado himno como españa unida, jamás será vencida.

Por último, y no menos importante el movimiento 15M, no desaparecerá reclamará ahora con más fuerza los cambios estructurales por una democracia del pueblo y para el pueblo, y no un gobierno gobernado por los mercados, la democracia sigue herida en su estructura, y aun así un 72% de la población ha respaldado el sistema con su voto.

Cuando lo importante es exportar, solidificar empresas, cambiar la estructura financiera, regular la vivienda y por supuesto, generar empleo ser español, catalán, vasco, gallego, andaluz, madrileño, valenciano, el nacionalismo se ha de dejar de lado para salir de la crisis. Estos años y los próximos serán un reto personal para todos y cada uno de nosotros. La colaboración será clave, apostar por nuevas ideas, saber renovarse, reconocer el talento, apostar por la juventud.

Interesantes momentos de cambio en la primera década del siglo XXI.

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